más textos de el presente

Textos del presente de años pasados...

desfiladeros del amor en la idiotez genérica
Ignacio Castro Rey. Madrid, 27 de octubre de 2012
Publicado en FronteraD

el formato durmiente de la violencia* 
Ignacio Castro Rey. Madrid, 2012 
Publicado en FronteraD

tecnologías para una militancia expandida 
Ignacio Castro Rey. Madrid, 13 de octubre de 2012

formas de la indefinición 
Ignacio Castro Rey, Madrid, 2012 
Publicado en la FonteraD

figuras sin paisaje 
Ignacio Castro Rey, Madrid, 16 de julio, 2012 
Publicado en la FonteraD

Marx y el tedio que viene
Ignacio Castro Rey. Madrid, 2012
Publicado en FronteraD

¿qué tapamos con la palabra crisis?
Ignacio Castro Rey, Madrid, 9 de junio, 2012

el cuerpo de la desintegración
Ignacio Castro Rey, Madrid, 9 de marzo, 2012

la suspensión ética de la hegemonía
Ignacio Castro Rey. Madrid, 30 de Junio de 2012

sociedad y barbarie
Ignacio Castro Rey. Madrid, 23 de abril de 2012

digitos & mascotas
Ignacio Castro Rey. Madrid, 25 de febrero de 2012
(publicado en el blog de Ignacio Castro, “Crítica y barbarie”, de la revista FronteraD)

lo que no hay que decir 
Ignacio Castro Rey. Madrid, 16 de abril de 2012

suerte siria 
Ignacio Castro Rey. Madrid, 17 de Marzo de 2012
(publicado en el blog de Ignacio Castro, “Crítica y barbarie”, de la revista FronteraD)

delayed (acechando la espera) 
Ignacio Castro Rey. Madrid, 21 de enero de 2012

once notas para una política del instante 
Ignacio Castro Rey, Madrid, 1 de noviembre, 2011

sexo y sombra
Ignacio Castro Rey, Madrid, 10 de marzo, 2011
Publicado en la FonteraD

sonrían, le sonreirán
Ignacio Castro Rey, Picón, 26 de marzo, 2011
Publicado en la FonteraD

bajo la máscara
Ignacio Castro Rey. Picón, 7 de agosto de 2011

devaluación y rivalidad*
Ignacio Castro Rey. Madrid, 13 de junio de 2011

una segunda transición
Ignacio Castro rey. Madrid, 20 de mayo del 2011

¿qué hay de malo en callar? (Antisemitismo ontológico, I) 
Ignacio Castro Rey. Madrid, 18 de noviembre de 2010

encrucijadas de virilidad
Ignacio Castro Rey, Madrid, 2 de noviembre de 2010

avatares de sentido 
Ignacio Castro Rey, Madrid, 22 de septiembre de 2010.

el miedo y la hierba 
Publicado en la edición gallega de El País con motivo de Día das Letras Galegas, dedicado este
año a Uxío Novoneyra. Un edición bilingüe de Os Eidos se acaba de publicar en la editorial
Ardora.
Ignacio Castro Rey, Madrid 11 de mayo del 2010

los soprano como síntoma 
entrevista publicada en www.lossoprano.tv , febrero de 2010

cruzando el cuerpo de la separación 
Oriol Leira & Ignacio Castro.
Barcelona/Madrid, 3 de febrero de 2010

vivir puede matar, Los Soprano forever. Antimanual de una serie de culto, Errata Naturae, Madrid, 2009.
Ignacio Castro Rey. O Picón, 4 de julio de 2009

esta violencia verde Rebelión, diciembre de 2009, Madrid 
Ignacio Castro Rey, Madrid, diciembre 2009.

dragones y misiles, art.es, otoño de 2009 
Ignacio Castro Rey, Madrid 1 de noviembre del 2009

el espíritu de Bolonia, El viejo topo, nº 258-259, Barcelona, verano de 2009.
Ignacio Castro Rey. Madrid, 1997

una encuesta inesperada 
Ignacio Castro Rey, Madrid 13 de diciembre, 2008

cinco días en américa, Interea 09 mayo de 2007
Ignacio Castro Rey, O picón, 31 de diciembre de 2006.

espectros de Europa, Letra Internacional nº103, Madrid, verano de 2009
Ignacio Castro Rey, Madrid, 24 de abril de 2009.

grand celebration: Diario de abordo en una excursión escolar 
(Para Teresa Calzada, radiante hada madrina que nos hizo llorar de risa)
Ignacio Castro Rey, Madrid, 2 de abril de 2009.

Bloom en Chueca. La subversión consumista de sujeto, Las ciencias inhumanas (G. Dessal
comp.),Gredos, Madrid, 2009
Ignacio Castro Rey. Madrid, 1 de junio 2008

una aproximación al cine de Aleksandr Sokurov, (Texto de la conferencia impartida en el curso " Las
razones del arte", BBAA, UCM)
Ignacio Castro Rey, Madrid, 3 de noviembre de 2005.

desconstruyendo a Maddie 
Ignacio Castro Rey, Madrid, 14 de septiembre de 2007

a la fuerza ahorcan 
Ignacio Castro Rey, Madrid, 8 de noviembre, 2006

La apoteosis de la cultura cutre, Galicia hoxe, Santiago, agosto de 2006
IgnacioCastro Rey, O Picón, 9 de agosto de 2006.

Veraneo por puntos, Galicia hoxe, julio de 2006
Ignacio Castro rey. O Picón, 25 de julio de 2006

el amor en tiempos de estruendo, (Conferencia en el master de “Psicoterapia psicoanalítica” de G.
Gutiérrez en la Facultad de Psicología de Somosaguas, UCM).
Madrid, 16 de diciembre de 2005.

Con Laura dormida, A Sandra Rodríguez Perdomo, Cruce, Madrid, marzo de 2006
Ignacio Castro Rey, Madrid, 28 de marzo, 2005

nosotros según Nietzsche, (Lección inaugural del IES Máximo Trueba, Boadilla, 26 de septiembre de
2003)
Ignacio Castro Rey. Madrid, septiembre, 2003

en torno a la destrucción de un símbolo, Microfisuras, nº 15, Vigo, 2001
Ignacio Castro Rey. Madrid, 23 de septiembre del 2001

ritos de paso, (Conferencia impartida en abril de 2000 en el Instituto Cervantes de Casablanca)
Ignacio Castro Rey, Madrid, febrero del 2000

nuevos partes de guerra, Microfisuras, Vigo, verano de 1999
Ignacio Castro Rey. Madrid, 8 de mayo de 1999

Bajo el sinfín de la historia, Huéspedes del porvenir, Ed. Cruce, Madrid, 1997
Ignacio Castro Rey. Madrid, 1997

revolución y tedio, Cruce, nº 3, Madrid, febrero de 1996
Ignacio Castro Rey, Madrid, enero de 1996

de la rebeliónMilagro, galería May Moré, Madrid, 1994


tesis sobre Hopper

 

1

Melancolía de la opulencia, del bienestar urbano. El contexto moderno está tan lleno de signos que, si lo descontextualizamos en una perspectiva más amplia que incluya el enigma de los cielos, tal aglomeración pierde su sentido. Entonces la ciudad se convierte en un desierto vibrante, a la espera de una catástrofe que ya ha llegado. Hopper no deja de hablar de la pobreza de nuestra riqueza.

2

Escenas solitarias bajo el silencio del sol. En el borde del ajetreo urbano, deambular por las afueras del centro, por esquinas, cornisas y paredes abandonadas. Capturar así ciudades silenciosas, percibidas en su inanidad. De ahí el peso de los cielos, el misterio de la ciudad contra un firmamento antiguo y mudo.

3

Capturar el ser, cosas y humanos, en su absurdo. El misterio de los sólidos al sol, como en De Chirico o en Degas. Últimos seres de un día que declina, primeros seres de un día que se abre. La incertidumbre de esa hora crítica, como en Amanecer en Pennsylvania.

4

Casi hay más humanidad en los objetos que en los sujetos. Las cosas -habitaciones, calles, casas, césped- tienen una especie de vida, un hálito de desamparo. Mientras, los seres humanos padecen una inexpresión objetual: ojos diminutos, nariz pronunciada, rostros inescrutables.

5

Los personajes no miran nada, aunque estén frente a una ventana. Quizás miran para no ver, para no mirarnos y que no adivinemos la lasitud de sus ojos. De hecho, apenas hay personajes frontales. ¿Miran lejos para no escuchar, porque no pueden volverse sobre sus vidas?

6

Seres aislados bajo un resplandor cenital. Una luz plana, monótona. Tristemente puritana, sin carne. Se capta la desolación de un sentido inalcanzable, incluso a plena luz y en una marina radiante: Viento de tierra. ¿Realismo? La abstracción está en la severa ambivalencia de las figuras.

7

La geometría serial, la hilera de ventanas vacías, la repetición de casas y fachadas, de árboles en línea: todo insiste en el tedio infinito de la plenitud norteamericana, que es nuestro sueño ideal. Sea uno solo el protagonista o varios, mujer u hombre, los seres están solos porque aparecen recortados en un contexto mudo, aislados de un entorno que a su vez está aislado de la vida.

8

Por doquier una quietud inquieta, inquietante. Vías de tren, hoteles, casas desiertas: aunque nada se mueve, todo recuerda la partida y el desarraigo. Un peregrinaje agotador, una espera sin objeto. Y siempre el enigma de los pisos altos, las azoteas y depósitos de agua, cohetes libres bajo un cielo sin destino.

9

Este sueño de lejanía es a la vez causa y efecto de una cercanía despojada de reposo, a pesar de que todo es extático. Tal vez los humanos apenas tienen rostro para que las cosas lo recobren, como esas maravillosas acuarelas con fachadas de casas vacías. O la ondulación de la hierba en las colinas de Camel’s Hump.

Ignacio Castro Rey. Madrid, 22 de septiembre, 2012

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algo que contar ( Siempre feliz, Anne Sewitsky, 2010)

tiene ecos de pieza Dogma de bajo presupuesto, una sencilla concepción donde se puede improvisar continuamente. Sewitsky parte del juego benéfico de las restricciones, escribe el guión para pocas localizaciones y pocos actores, para veinte días de rodaje y conun presupuesto ajustado. “Menos es más”, justo la sabiduría que hizo aquella memorable cinta llamada El regreso y que ahora malogra Zvyagintsev en el manierismo de su última entrega [1].

Un escenario pálido en Noruega, un mundo de pasiones contenidas. Interiores caldeados por la luz y la
tecnología punta. Vinos tintos que a unos norteños aficionados al buen vivir les deben parecer néctar. Y
un drama contenido, en medio de una de las tasas de suicidios más altas del mundo. Frío, aislamiento y
distancia envuelven la alegoría de una Europa en miniatura que esconde su magma de tensiones en un
armario, bajo una nívea corrección mundana. Todo ello con un sentido del humor, y del amor, cuya
frescura no siempre veamos en pantalla. En clave de comedia agridulce, la nieve es el telón de fondo
para la negrura del ser humano, aunque todo transcurra en una especie de beatitud y no haya ninguna
tragedia servida. Es posible que, en esa cultura nórdica otrora tan existencial, el invierno componga el
escenario de excepción para que aflore lo escondido, revelación gradual que en el Sur reservamos al
verano.

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de los padres

En esto podría consistir el padre, en mantener una relación benéfica y protectora -relación que da un margen de tiempo- con la violencia del sentido, con el trauma de lo no decidido. Esto es, con lo no elegido que de todas todas nos constituye. A la fuerza, ciertas mitologías democráticas han de torcer el gesto ante esto, pero si hemos sido arrojados al mundo -hasta Ortega se hace eco de esta fatal evidencia en medio de un mundo que se cree "libre" [1]-, el padre parece darle un carácter y un nombre propio a una suerte de Weltanschauung configurada en torno a ese absurdo que siempre está en la base."El ruido de lo que somos tapa las palabras que decimos", dice en algún lugar Emerson. Más abajo de sus ideas, los padres educan en el sentido de que, preservando a los hijos de la violencia del mundo, le enseñan unos límites y le preparan para ingresar en ella, para encontrar un cobijo en ella. También aquí hay que hacer cualquier cosa para huir de la cultura, para enseñar desde fuera.

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martha marcy may Marlene, (Sean Durkin, 2011)

En Los idus de marzo vimos una película bien hecha, una trama creíble donde hasta los segundos y terceros personajes están bien perfilados. Nuestros actores que no vocalizan destrozarían una historia así, la convertirían en plastilina. Sin embargo, a pesar de su ritmo sin tacha, Los idus de marzo no aporta absolutamente nada. Peor aún, remueve un viejo juego, un clásico mecanismo de captura.
EEUU nos vende la hamburguesa, el napalm, la tecnología a distancia y la invasión de Irak. Después, nos vende también la primera crítica, la gran versión del complejo de culpa. Es la empresa perfecta y su trampa luminosa es en parte la de Los idus de marzo: el intrincado laberinto del poder en unas elecciones norteamericanas, con algunas pasiones soterradas y grandes ambiciones entretejidas. ¿Moraleja? Los EEUU son grandes, incluso en lo peor. Su poder fascinante e imbatible, pues incluye su propia crítica. Hasta la corrupción es estelar. El público se rendirá extasiado ante esta crítica de la inmoralidad del imperio, como antes se ha rendido ante su mayoría moral y las incesantes guerras justas que atiza. El emblema In God We Trust se encarna ante todo en la eficacia terrenal de la bandera luminosa de barras y estrellas.

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