Querido M.,

Eres un tío cojonudo. Bueno y elemental. Pero si eres más vago… no sales del seno de tu madre.

Te odio. He tenido que rehacer tu texto de cabo a rabo. Por no haber, como siempre, no había ni puntos ni comas bien puestos.

Tienes un gran corazón. Para tu cabeza no lo sigue, en absoluto. Te contentas con quejarte todo el día y sentirte incomprendido, con el sentido del humor agónico de alguien que se encuentra cómodo en el papel de proletario espiritual.

Pero es igual, todo está bien. Tanto lo que me enviaste como tu modo de ser. Yo a tu edad estaba, creo recordar, mucho más verde.

Así pues, abrazos y gracias,

Ignacio

Madrid, 26 de abril de 2020